En el típico grupo de amigos siempre hay un tímido, ese que sabes que habla porque le conoces desde hace muchos años. Está el rata, que no es capaz de pagarte un café aunque le vaya la vida en ello. También suele estar el filósofo, con respuestas para cada pregunta y reflexiones entre cervezas. Está el friki, el idealista, el deportista y el chistoso.
Otro de los perfiles comunes de los grupos de amigos es el alma libre. Es la clásica persona que vive tranquila y la que a veces llega tarde. Que sabes que aparecerá pero nunca sabes cómo ni cuando. En Ideable esa amiga es Creatividad, una amiga indispensable del alma, pero con sus pequeñas cosas que la hacen especial. Nosotros le queremos tal y como es, pero, ¿no sería más bonito si apareciese cuando se le espera?
Como le conocemos bastante, sabemos que le gusta mucho la diversión y ver cómo otros se divierten. También le gusta conocer gente nueva continuamente, ya que de esas relaciones surgen muchas conexiones. Pero de forma más científica, según varios expertos consultados por el programa de la BBC Horizon, existen cinco formas para favorecer su aparición, a saber…
Para resultados distintos, haz cosas de forma diferente
No se trata sólo de buscar formas innovadoras de resolver un problema o probar distintos modos de hacer las cosas. Incorporar el cambio a nuestras vidas, por mínimo que sea, pone en alerta nuestra capacidad para ser creativos. De este modo preparar un sándwich con los ingredientes en un orden distinto al usual, ir a trabajar por un camino distinto y conocer lugares desconocidos de vez en cuando puede ayudar.
Silencio, se crea
Los expertos coinciden en señalar que las distracciones frenan la aparición de ideas creativas en gran medida. La inspiración produce un terremoto en nuestro cerebro en el preciso instante en el que ocurre, pero justo antes de eso entramos en un estado de relajación, algo así como un descanso entre la captación de información y la tormenta posterior. Si logramos centrarnos en nuestro interior más que en la distracciones externas, esta pausa es más frecuente.
Tómate un descanso
A menudo la búsqueda de ideas y soluciones nos agota, pudiendo llegar a atascarnos. En estos momentos lo mejor es pegarte una ducha, dar un paseo u ordenar la mesa. Tomarnos un tiempo para hacer tareas rutinarias que requieren una mínima concentración hace que la mente sigue activa pero en estado de relax, lo cual refresca las ideas.
Lánzate. Arriésgate
En realidad todos somos creativos como demuestran simples acciones diarias que realizamos sin pensar. Acostumbrarnos a improvisar en ciertas situaciones ayuda a perder el miedo y correr riesgos, lo cual ejercita la capacidad de tener ideas originales.
Divagaciones de la mente
Durante el proceso creativo se producen cambios en el lóbulo frontal, donde se producen funciones ejecutivas; por ello, cuanto menos actividad tenga, más fácil será crear. Salir a correr o la meditación pueden ayudar en este sentido.
Y vosotros, ¿cómo tentáis a la amiga Creatividad para que aparezca?