Iñaki Bartolomé, CEO de Ideable Solutions, colabora con la revista Emprendedores para hablar sobre los obstáculos emocionales del emprendedor.
Tomar la decisión de emprender no es nada sencillo, tiene su grado de dificultad ya que si resultase fácil, todo el mundo sería capaz de hacerlo. Lo que realmente frena a aquellas personas que tienen en mente la idea de emprender es tomar la decisión y comenzar, una vez están listos, el camino no resulta tan complicado.
Tal y como explican en la revista Emprendedores, la carrera emprendedora está llena de barreras; burocráticas, económicas, jurídicas… pero existen otras trabas que pueden paralizar a la persona emprendedora, y son los obstáculos emocionales. En este Dossier, donde Iñaki Bartolomé colaboró junto a otros emprendedores de referencia en el estado, se habla de cómo llevar a cabo un nuevo proyecto que nos puede producir una serie de inseguridades como el miedo, la ansiedad, el desánimo, la inexperiencia, la angustia, desmotivación, etc.
A continuación, hablaremos de algunos de esos frenos emocionales más habituales que en muchas ocasiones detienen el impulso para emprender.
El miedo es uno de ellos, esa sensación de angustia hacia lo desconocido, ese miedo al fracaso, un sentimiento de desconfianza que nos impulsa a creer que ocurrirá lo contrario a lo que esperamos.
El temor a salir de nuestra zona de confort es algo que nos paraliza y es entonces cuando se corre el riesgo de caer en la frustración, la ansiedad y el pánico. Tener miedo es algo normal, todos lo tenemos y hasta cierto punto puede resultar positivo, pero no podemos permitir que este nos paralice y detenga la decisión de emprender y ser independiente.
La inexperiencia e inmadurez también se convierte en una inseguridad que poseen muchos emprendedores. Tal y como explica Maratchi “La madurez personal también es un elemento relevante que acompaña al desarrollo de la empresa, y al revés”. Algo en lo que coincide Iñaki Bartolomé, CEO de Ideable Solutions: “Un problema con el que los emprendedores nos encontramos al empezar, que será mayor cuanto más inexperto, es saber dónde dirigirte a buscar ayuda o asesoramiento. Se da mucho ahora el símil con la fiebre del oro y se usa para destacar que, como entonces, muy pocos encontraron oro y los que realmente se hicieron ricos fueron “los vendedores de palas”.
En resumen, lo complicado es saber a quién acudir en los primeros pasos, porque hay mucho experto, coach, inversor, etcétera, que en el 99% de los casos no aportan nada, cobran mucho y pueden desviar al emprendedor. Es importante analizar la experiencia real de esos supuestos gurús o conocer cómo les ha ido a otros emprendedores”.
No tenemos todas las respuestas, no sabemos todo y nunca podremos saberlo pero la inexperiencia no es excusa para convertirte en un buen emprendedor.
La mejor manera de superar ese temor es buscando “consejeros” en tu entorno con recorrido que puedan suplir tus carencias emocionales y formativas. Todo el mundo tiene cerca profesionales con experiencia con los que intercambiar opinión y a quien pedir consejo. También te conviene delegar en aquellas áreas técnicas que desconozcas, no pretendas hacerlo tú todo. Es bueno asumir que hay facetas que otros pueden hacer mejor que tú y gastar un poco más en contratar esos profesionales o esos servicios externos. Y sobre todo fórmate: recuerda que el emprendimiento exige una formación continua, tanto técnica como de liderazgo.
En cuanto decidimos emprender, tenemos que tener en cuenta que estamos dispuestos a ir creciendo continuamente y es esto lo que nos puede llegar a producir estrés. Es entonces cuando la ansiedad, las sensaciones de pánico y la desmotivación aparecen y pueden frenar la decisión que habíamos tomado.
Para poder combatir el estrés y todas las inseguridades que pueden ir surgiendo, lo principal es recordar que la decisión de emprender ha sido una decisión propia, nadie te ha obligado a ello, era lo que tu deseabas por lo tanto no deberías dejar que esas emociones te detengan.
Aunque es un camino lleno de desafíos y de riesgos que debemos estar dispuestos a afrontar, emprender puede llegar a ser una experiencia muy enriquecedora. Pero antes de comenzar, debes identificar esas inseguridades para ser capaces de vencerlas, disfrutando de la experiencia y sin demasiadas presiones.
Agradecemos desde Ideable a una publicación de referencia como Emprendedores por ponerse en contacto con nosotros para poder transmitir parte de nuestra experiencia a otros emprendedores de todo el Estado.